Sobreviviendo un minuto a la vez
23/03/2020. Queridos compatriotas
Ya es el día 23 de marzo y el país aún no se recupera de esta situación, a pesar de las medidas de restricción el virus continúa expandiéndose por las venas del país, atacando a débiles y debilitando a fuertes, las calles el día de hoy escasean de ruido y contaminación, plantas y animales nunca antes vistos en ciudades, desaparecen pitos y ruidos de vehículos, llegando a transformarse en el trinar de aves, el smock ahora es brisa, pero esto es solo lo bueno, en cambio lo malo, es la desertificación de los supermercados, parques, tiendas, restaurantes, etc., Los afectados no son solo seres vivos, las empresas y sus trabajadores sufren en recaída económico que perjudica su estatus comercial entre otros.
Ahora bien lo más imponente del virus es la debilidad en su armadura, la cuál está disfrazada como una fortalece, ya que el virus ataca a todos pero se enfoca en las personas mayores, esa es su fortaleza, pero a la vez es una debilidad ya que, el que se infectó y sale de la enfermedad desarrolla una inmunidad que impide la propagación, así que la mejor manera de acabar al virus es acabar con la propagación, como, no saliendo de casa hasta encontrar una curso similares como antibióticos, etc.
El virus ataca a los ancianos y enfermos, pero los jóvenes no se preocupan por ellos no son los perjudicados, pero no es así, todos salimos perjudicados, sin nuestros mentores como salimos a delante y cuidamos a los enfermos, gracias a ellos nuestros padres son gente de bien y ellos nos transmiten esa enseñanza, pero si cortamos esa corriente de sabiduría a dónde más nos llevará si no es que al fracaso, al no reconocer errores o responsabilizarnos por ellos, por ello para proteger estos seres tan vulnerables y hasta que creen una cura o tratamiento, no salgan de casa, ya que es mejor prevenir que lamentar.
Atte. Mateo Jaramillo.
Gmail: jaramillomateo746@gmail.com
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